sábado, 26 de marzo de 2011

Autoconocimiento.



Estoy en el ecuador de mi vida, y cuesta abajo. Algunos dirían que todavía soy joven, y si bien es cierto que no soy vieja tampoco joven, soy una madurita que ahora mismo solo quiere saber como va a caminar por los últimos años de su vida. Nunca he sido convencional, sometida a reglas que me parecían anticuadas u obsoletas. Pero ahora cuando el mundo donde he crecido parece que se derrumba como una baraja de naipes, tengo que decir que me lo esperaba, no por visionaria pero si por intuitiva, un mundo de hedonismo, banalidad, sin valores, sin ética, donde el premio inmediato es lo que cuenta, donde la frustración es un trauma difícil de superar, un mundo donde solo tiene cabida el dinero, el poder, supongo que morirán en el intento mucha gente inocente o supuestamente inocente, gente aborregada que solamente han aprendido a mirar, ni tan siquiera a ver, que jamás han pensado y ni siquiera se han planteado que podían hacer para cambiar lo que no funcionaba. Escribir así puede parecer fatalista, tremendista, o con resentimiento, pero aseguro que no es nada de esto, somos lo que somos, lo único que no hemos aprendido ha sido a conocernos, a evolucionar espiritualmente, hemos mejorado técnicamente, biológicamente, pero hemos alejado la capacidad de crecer como seres espirituales, dar un paso más y mejorar nuestro entorno lo cual crearía un entorno mejor.Cada día es un reto superar lo establecido, asumiendo por los que te rodean que eso es lo que hay, que es como tiene que ser, eso sí, protestamos, nos quejamos pero luego nos paralizamos para dar un paso más, y si tu lo das te miran con esa cara de ¿pero estás loca?, ¿qué haces o dices? si no vas a conseguir nada, pero como yo soy muy mía, en mi empeño sigo, en mi cruzada particular contra lo establecido, lo que nos intentan convencer de que lo suyo es lo mejor.Cuando elegí denominarme autoconocimiento fue porque lo único importante es comprenderte, conocerte a ti mismo inmediata, directamente, no a través de los demás, no pasando y pensando como los demás. No hay necesidad de preguntar a nadie ¿Quien soy? entra en tu interior, encuentra tu propia energía. Saboréala y fúndete con ella.El ego es lo que nos hace perder la individualidad, buscamos a los demás para confirmarnos como seres, ser individual no es buscar tu identidad, no fundirte con **masa**, proviene de la raíz latina massa, algo que puede ser moldeado, amasado, por lo tanto constantemente estas siendo moldeado, pero tu lo permites, lo consientes, al estar con la masa buscas tu identidad porque al estar solo la pierdes. Por eso desde la soledad y el silencio hay que deshacerse de todo el ego y alejarse de la masa. No busques aprobación para ser individuo, no busques afirmación para hacer, simplemente piensa, reflexiona. Con la multitud no necesitas preocuparte, la responsabilidad recae en la multitud. Tanta gente no puede estar equivocada te dirás, gente más sabia que yo no puede errar, pero a lo mejor sí, esa duda es la que tienes que seguir, dejar de imitar, abandonar lo establecido. En malayo hay una palabra “lattah” significa imitar a los demás por miedo. Miedo a ser excluido de un sistema donde no hay cabida a lo diferente, espinas que pinchan y hacen sangrar.El miedo nos hace huir, escaparnos, pues para y recapacita.Acumular conocimientos nos aleja de nuestro autoconocimiento, saber es conocer, pero nosotros no somos respuestas intelectuales, somos espíritus en constante evolución. El hombre se rige por imágenes que son ilusorias, DESPERTAR, es conocer una realidad al margen de la que nos enseñan.Hay que enfrentarse a la vida. Todo lo que se presente ante ti, tienes que examinarlo en profundidad, porque esa profundidad se convertirá en tu AUTOCONOCIMIENTO.Que el silencio inunde tu espíritu.

viernes, 18 de marzo de 2011

El mercader.

Es uno de los libro que más me gusta, es sencillo, pero muy profundo, y este pasaje es de los que más me inspira, refleja la sencillez de la vida y que con muy poco podemos extraer lo mejor a nuestra vida sin esclavizarnos, sin acumular, ni tan siquiera gastar.

-Buenos días-saludó el principito.

-Buenos días-contestó el mercader.

Se trataba de un vendedor de píldoras que quitan la sed. Se las ingiere una vez a la semana y se pierde la necesidad de beber.

-Para qué vendes eso?-quiso averiguar el principito.

-Para economizar tiempo-dijo el mercader- Investigadores han podido calcular que se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.

-Qué se hace con los minutos ahorrados?.

-Lo que se quiere...

"Yo-dijo el principito- con cincuenta y tres minutos para gastar, lo que haría sería caminar lentamente hacia una fuente..."

"El Principito" Antoine de Saint- Exupèry

domingo, 13 de marzo de 2011

La tela de araña.


Para el hebreo clásico el término emuná significa primariamente «confianza», «fidelidad». Las cosas son verdaderas cuando son «fiables», fieles porque cumplen lo que ofrecen.
Si algo se ha convertido en habitual en nuestras vidas es la mentira, la ocultación, y sobre todo la falsedad pura y dura, pero lo peor es que todos los que están a su alrededor acaban creyendo en ello o simplemente justificándolo y consintiéndolo.La mentira, la hipocresía, con la burda autojustificación se propagan como si se tratara de la tela de una araña y más presas quedaran atrapadas en ella.Somos incapaces de entender que mentir nos perjudica aunque el que lo hace se cree sus propias mentiras.Siempre he tenido una manía, no soporto la mentira, ni tan siquiera la piadosa, a ciertas personas les puede parecer enfermizo a mi me parece que no, cuando se dice una cosa y tus actos demuestran lo contrario, los protocolos sociales, los compromisos y las apariencias, me suponen conflictos diarios, cada día es como un reto superar dichas situaciones, intento comprender, entender, empatizar, ¿pero realmente quiero hacerlo?, desde la perspectiva de la flexibilidad tendría que intentarlo, pero se que hacerlo supone caer en la dinámica de la justificación, y eso no, justificarse es dar bálsamo a conductas nada loables, es más a actos que dejan lejos la generosidad, creo que nos movemos por aguas movedizas, mantenernos alejados de ellas supone ser fieles a nuestros principios y ser coherentes con lo que pensamos y hacemos. La justificación es como una alucinación llega un momento que ya no sabes que es la realidad, pues eso es exactamente lo que quiero evitar, que la falsedad, la mentira, la hipocresía invadan mi realidad aunque para los otros la equivocada sea yo. Aunque se harten a decir esto es lo que hay, esto es así, si no lo haces tú, otro lo hará, si tu no te aprovechas otros ganan, y un sinfín de expresiones esteriotipadas, me reafirmo no, no y no, todo lo andado y aprendido me llevan al mismo lugar a ser fiel a mi misma, a no entrar en conflicto con lo que siento en lo más profundo de mi ser, a ser honesta, regirme por mi ética y no por las normas morales que rigen una sociedad corrupta y carente de sentido.Por supuesto no poseo la verdad, ni tan siquiera la rozo, pero si necesito la sinceridad, la honestidad y la franqueza para vivir, no soporto que me engañen, manipulen y oculten por miedo a ¿Qué?, a no entender su realidad, eso lo decido yo. Si todos practicáramos la sinceridad, algún día aprenderíamos algo que esta ahí pero no somos capaces de ver, todo es más sencillo de lo que parece. Intentamos evadirnos de la responsabilidad, hemos creado unas normas morales para castigar hechos reprobables pero no castigamos la mentira simplemente la justificamos disculpándola. Es la gran culpable del mundo que tenemos, es la gran bola que empezó a crecer. Dejemos de mentir, y sobre todo no dejemos que nos mientan, seamos capaces de ser sinceros y pedir a los demás que lo sean con nosotros.