jueves, 28 de abril de 2011

La estatua.


Cierta vez, entre las colinas, vivía un hombre poseedor de una estatua cincelada por un anciano maestro. Descansaba contra la puerta de cara al suelo. Y él nunca le prestaba atención.
Un día pasó frente a su casa un hombre de la ciudad, un hombre de ciencia. Y advirtiendo la estatua, preguntó al dueño si la vendería.

Riéndose, el dueño respondió: “¿Y quién desearía comprar esa horrible y sucia estatua?"

El hombre de la ciudad dijo: “Te daré esta pieza de plata por ella”. El otro quedó atónito, pero agradado.

La estatua fue trasladada a la ciudad al lomo de un elefante. Y, luego de varias lunas el hombre de las colinas visitó la ciudad y, mientras caminaba por las calles, vio una multitud ante un negocio y a un hombre que a voz en cuello gritaba: “Acercaos y contemplad la más maravillosa estatua del mundo entero. Solamente dos piezas de plata para admirar la más extraordinaria obra maestra”.

Al instante, el hombre de las colinas pagó dos piezas de plata y entró en el negocio para ver la estatua que él mismo había vendido por una sola pieza de ese mismo metal.

Kahlil Gibrán.

viernes, 22 de abril de 2011

¿Qué es la realidad?.


¿Qué es la realidad?, proyecciones holográficas, la ciencia es una mera observadora del mundo, no distinguimos lo que vemos fuera de lo que percibimos dentro, no diferenciamos entre lo que vemos y recordamos, la física de las posibilidades, respondemos a patrones establecidos, esa energía inmensa condensada en un espacio pequeño, cuando una partícula desaparece a donde va, que ocurre con ella. (Fragmentos de la física quántica).

Ideas, conceptos y pensamientos eso es lo que conforma las cosas, existe porque lo piensas, ¿y si hemos creado una realidad con imágenes holográficas determinadas?, ¿y si fuéramos capaces de crear nuevas imágenes y de esa manera crear otro mundo?. Recibimos más de 400.000 mil millones de bits de información por segundo, de los cuales nos quedamos con unos 2.000 que son los que nos importan personalmente, por lo tanto que es lo que desechamos en nuestras consciencias. Imágenes tomográficas de nuestro cerebro ha hecho que algunos científicos se pregunten que es la realidad, cuando nos enseñan un objeto se ilumina unas zonas de nuestro cerebro, pero cuando nos dicen que imaginemos ese objeto se iluminan las mismas, por lo tanto como diferenciamos lo que vemos de lo que imaginamos.

La empatía esa virtud que dicen que hay que desarrollar, porque nos hace mejores, pero si realmente la empatía sirviera para comprender cuantas formas hay de entender, ver y observar el mundo, si desarrollar esa cualidad nos mostrara lo que nos separa y lo que posiblemente nos una a los demás. Lo que no conocemos, no lo entendemos, si no lo vemos somos incapaces de procesarlo, no existe en nuestra mente.

¿Pero diréis, yo veo, toco cosas que tienen materia, forma, peso? pero si solo fuera eso, sensaciones, algo que tu mente hace como si de un programa se tratara, y si tuviéramos que reprogramarnos, resetearnos para poder avanzar y crear otro mundo, a veces nuestro pensamientos son círculos cerrados, sin apertura, dan vueltas y vueltas, sin fin, cada vez pesan más , cada vez son más obsesivos, más densos, menos resolutivos, ¿por qué?, supongo que es por nuestra escasa capacidad de parar y abrir nuestra mente a algo diferente, abandonar esa área de descanso segura y firme que hemos creado por miedo, miedo a lo desconocido, miedo a lo inexplorado, por eso tenemos que crear pensamientos en espiral, empezar en un punto y seguir elevándolo hasta abrirlo al infinito, imaginando lo posible.

Alguna vez habéis visualizado el mundo como un gran cesto donde se depositan todas las proyecciones mentales, todos esos pensamientos, esos miedos, esas limitaciones, esos sueños, claro los más escépticos dirán como si eso fuera posible, yo no se si es posible pero no es tan descabellado como lo que tenemos o conocemos, sigamos imaginando, entonces si eso fuera así todos esos pensamientos negativos se unen como una gran nube oscura que nos atenaza y nos rodea, y si es cierto que hay una elite que maneja el cotarro, proyecta todos sus pensamientos en la búsqueda de intereses particulares, controlándonos y proyectando sus ansias de poder para conseguir sus intereses.

Ahora retomemos el pensamiento individual, el de cada uno, es verdad que uno solo no consigue nada, pero primero tenemos que conseguir manejar nuestra propia realidad, proyectar nuestros pensamientos en positivo y lanzarlos a esa imagen holográfica que queremos ver,¿ pero que absurdez dice esta mujer?, bueno parad y leer, porque no es posible cambiar nuestra realidad, porque nos cuesta pensar que es posible, porque nos limitamos o nos paramos antes de caminar, que es lo que nos frena, volvamos al miedo, ese vértigo que nos da sentirnos solos en una inmensidad y al borde de un precipicio, pero no estamos solos, naveguemos al mundo donde todos nos interrelacionamos, donde todos conectamos a un nivel subatómico, a un nivel celular, porque si somos polvo estelar, si somos energía, que nos hace pensar que no estamos conectados, simplemente porque hemos desarrollado el ego, el sentido de ser el centro de todo, nuestra arrogancia, la capacidad de proyectar la imagen nuestra en todo lo demás. La soberbia de creernos la especie elegida.

Estamos tan condicionados que nos hacen creer que el exterior es más real que nuestro interior.

Nosotros mismos somos los que otorgamos el poder a los demás de someternos, limitarnos y castigarnos.

¿Por qué somos capaces de imaginarnos ganando la lotería, tumbados al sol en una isla paradisíaca o viajando a confines que ni siquiera conocemos, habitando casas según nuestros gustos, hijos modelados según nuestros pensamientos, divirtiéndonos según nuestras expectativas? en cambio no somos capaces de imaginar, proyectar un mundo sin esclavitud, sin miedos, sin prohibiciones, sin ataduras, donde tengamos lo que necesitemos, nos autoabastezcamos, sin rendir pleitesías a ídolos falsos, sin arrodillarnos ante gurús, sin seguir a líderes de aire.

El movimiento de la vida puede parecer caótico por momentos, pero no lo es, se mueve como una ola gigantesca, y nosotros estamos haciendo surf, atrapados en la cresta, si aprendemos a sobrevivir, haremos un surf mediocre, seremos victimas, pero si aprendemos a usarla, a manejarla conociendo sus reglas seremos los mejores surfistas, su movimiento nos ayudará a completar el viaje hasta la orilla.

Como podemos decir que cada día lo vivimos plenamente si estamos presos de una realidad emocional, donde repetimos las mismas emociones, sensaciones y no intentamos cambiarlas, experimentar otras realidades posibles. Cambiar es dejar nuestra realidad segura y lanzarnos a la infinidad de posibilidades. Cambiar es arriesgarnos en hacer nuevas conexiones neuronales, segregar neuropéptidos que nos darán sensaciones distintas. Cuando somos adictos somos repetidores compulsivos de una acción que como consecuencia tiene un resultado, somos adictos no solo a sustancias sino a estados emocionales que repetimos aunque no nos produzcan satisfacción y acaben dañándonos.

Incluso Albert Einstein nos lo decía la realidad es simplemente una ilusión, aunque es una ilusión muy persistente.


IMAGEN GOOGLE.


viernes, 15 de abril de 2011

Mis conspiraciones.


Hace poco me retaron, querían ver una entrada con mi vena conspiranoica, al final no sé que saldrá pero se la dedico a mis inspiradores.

Empecemos definiendo conspirar:(Del lat. conspirāre).

1. intr. Dicho de varias personas: Unirse contra su superior o soberano.

2. intr. Dicho de varias personas: Unirse contra un particular para hacerle daño.

3. intr. Dicho de dos o más cosas: Concurrir a un mismo fin.

Vayamos más allá porque unos ven conspiraciones en casi todo y otros simplemente buscan respuestas sencillas a hechos obvios, ¿dependerá de nuestra capacidad de pensar o de ver más allá del espejo?, no se, pero creo que es la capacidad de ser valiente y preguntarte cosas que a simple vista parecen sencillas pero cuando rascas ves que tienen más capas que han sido tapadas. La literatura está llena de novelas que en su momento fueron tratadas como tales pero luego se empezó a hablar de visionarias, incluso de mensajes ocultos. La historia nos rodea con simbolismos, sectas secretas, incluso que perduran en el tiempo. Culturas avanzadas que se han extinguido dejándonos legados de macroestructuras que hoy en día siguen inspirando ríos de tinta porque no se sabe a ciencia cierta que ha ocurrido o como se han hecho, así podría continuar hasta el infinito y más allá, porque todo es cuestión de ver, de mirar u observar nuestro entorno.

Conspiranoicos ha habido, hay y habrá porque las respuestas que tenemos no nos satisfacen plenamente, o¿ es que tenemos que creer a los que de manera oficial elaboran los libros, nos intentan y en algunos casos dirigen el pensamiento o nos entrenan socialmente?, muchas veces me pregunto ¿por qué a unos nos cuesta creer en lo oficial, en lo estipulado, en lo que nos cuentan los medios habituales y otros se lo creen sin cuestionarse nada?(la respuesta la se, pero que cada cual se de la suya), te miran con cara de flipar, como si cualquier opción diferente a la de ellos supusiera una invasión a su seguridad, que de algún modo lo es.

Mi manera de ver el mundo es algo peculiar, donde unos ven seguridad yo veo cadenas, donde otros ven bienestar yo veo esclavitud, donde muchos disfrutan Ej. centros comerciales, yo me ahogo, supongo que estos esbozos de mi peculiar espejo me hace ser valorada como rara, y lo asumo cada día, pero para mí conspirar es lo que hacen aquellos que quieren que entre en la rueda de un sistema de valores que nos hace mezquinos, avariciosos, vagos, déspotas , irresponsables, justificándonos constantemente, aparentando, aprovechando las debilidades pero pudiendo alcanzar esas grandezas que nos acompañan y nos hacen ser una especie llena de dualidades.

Una mente excesivamente imaginativa puede ver lo que no hay ¿y si realmente hay lo que no vemos?, el sentido de la vista es el que más nos engaña y del que menos tendríamos que fiarnos, esto es científico, y curiosamente hemos creado un mundo muy visual y auditivo, pero nos hemos alejado de los sentidos que más información nos dan el olfato, el tacto y el gusto.

Cuando era niña uno de los primeros libros que me marcaron fue sobre el triangulo de las bermudas, hoy que ya han pasado algunos años, sigo sin tener una respuesta satisfactoria, y sigo preguntándome ¿qué pasa allí? que por cierto parece que ya no existe, supongo que es como todo cuestión de modas .Luego empezaron a surgir temas que me apasionaban, los templarios, el universo, los extraterrestres, las rutas mágicas, los mayas, las pirámides y algunos más. Y un día vi Matrix, y ahí ya mi mente se desató, que nos hace estar tan seguros de que lo que conocemos es la realidad.

Investigar y encontrar respuestas me empujó a que comenzara el camino de la búsqueda del autoconocimiento, si encuentro respuestas dentro de mí podré comprender mejor a mis semejantes, el mundo que me rodea, aunque aquí es donde entra mi vena conspiranoica en su máximo exponente, si tenemos la capacidad de ser buenos porque elegimos ser malos, si podemos ser generosos porque somos avariciosos, poseemos mentes con una capacidad casi ilimitada y la usamos para … destruirnos.

¿Sabéis cual es la mayor conspiración de todas? la que vivimos en el momento actual, nos dicen que no hay dinero y las bolsas siguen dando dinero a los especuladores, no hay dinero pero los políticos siguen tirando el que no es de ellos como si les sobrara, la sanidad peligra por falta de liquidez, bajan el sueldo a sus trabajadores, pero los médicos se siguen llevando dinero a espuertas con las peonadas, un sistema hecho por y para médicos, donde hay un engranaje que nadie quiere terminar, es más barato contratar a gente para el turno de tarde pero de esta manera no pueden cobrar muchos euros por cada jornada diaria extra de trabajo, las listas de espera no bajan, pero en lugar de operar más simplemente operan menos porque no les interesa producir más en el mismo tiempo porque si no las peonadas fin, en periodo vacacional se reduce trabajo en el turno de mañana pero se mantienen las peonadas, y nadie dice nada, y quien lo dice se le cargan siempre que no sea médico, el poder del médico es ilimitado, -Dios creó el mundo y luego a los médicos.- y aquí no vamos a hablar de las farmacéuticas o material médico que paga viajes, cenas, regalos, congresos. La sanidad no tiene dinero pero todos los días se derrochan medios, personal y material , se gasta luz, agua sin pudor ni miramiento como no lo pago yo, eso lo dicen muchos que trabajan dentro claro, ¡ignorantes¡. Esto junto con otras cosas que pasan todos los días en nuestro país es la gran conspiración, nos fumigan y creo firmemente que es tontuna en toneladas( y no es banalizar un tema serio porque algo echan y no sabemos que es pero mienten sobre lo que usan para el clima, los campos o nuestros cuerpos), , cada vez somos más borregos y tontos, dormimos cuando tenemos que estar despiertos y padecemos imsonio porque nos quita el sueño lo que la élite quiere darnos para callarnos, migajas que nos entretienen mientras ellos se frotan las manos ya no por el dinero que ganan, que es mucho, si no por ese poder de control que ejercen viéndonos como caminamos hacia nuestra autodestrucción, ignorantes ciudadanos que os creéis que os vamos a salvar de la catástrofe y lo que no sabéis es que os dirigimos hacia ella pero vosotros solitos camináis.

¡ Hay que listo es mi niño¡


miércoles, 13 de abril de 2011

Los cambios.


Cada día nos enfrentamos de la misma manera al reto de levantarnos, aferrándonos a la rutina. Hacemos lo mismo de la misma manera, como si de un baile se tratara, seguimos los pasos para que tenga armonía. ¿Por qué nos supone un reto cambiar esa rutina?, que nos hace sentirnos seguros repitiendo los mimos ritos, supongo que el miedo, miedo a todo aquello que no controlamos, miedo a lo desconocido, a nuestras limitaciones y desconocimiento de nosotros mismos, miedo a ser valientes y romper moldes.

Si algo he aprendido en estos años de autoconocimiento, es que cuanto más nos aferramos a la rutina y al control, la vida más nos demuestra que tenemos que soltar, y cambiar de perspectivas. Replantearse nuestros valores, nuestros sistemas de creencias.

Valorar lo nuevo como una ventana a infinidad de posibilidades.

Nos han vendido la sociedad del bien-estar, cuando realmente es la sociedad del más-tener, nos vendemos constantemente a empresas que solo buscan su enriquecimiento haciéndonos creer que necesitamos todo lo que venden, nos enferman para luego vendernos salud, nos convencen de incultos para que busquemos cultura, nos martillean con la posibilidad de que nuestros hijos tengan lo que nosotros no hemos tenido, que realmente es innecesario, nos nublan la vista con ansias de felicidad y lo que conseguimos es más ansiedad, estrés, cansancio, apatía, y depresiones.

Hemos alcanzado la máxima rutina, la de ser borregos todos los días, nos ponen a funcionar y sin parar a pensar lo hacemos automáticamente, pero ¡qué suerte tenemos ¡, ahora podemos irnos de vacaciones para tener unos momentos de asueto y olvidarnos de este cochino mundo donde nos hacen sentirnos esclavos sin posibilidad de libertad, porque la hemos vendido por letras que nos cobran mes a mes, sin oportunidad de extinción siempre hay otras esperándonos a la vuelta de la esquina. Pero que suerte tenemos un coche aunque eso suponga dejarnos un riñón en gasolina. Pero que felices somos tenemos trabajo aunque nuestro jefe nos chupe la sangre, nos ningunee, nos baje el sueldo para que la empresa no cierre, pero el siga ganando a espuertas y llevándose el dinero a un paraíso fiscal.

¡Pero que suerte tenemos¡, por eso ves cada mañana a todos aferrados a su rutina, con caras de vinagre y esperando un milagro, se dirigen a su… bueno supongamos trabajo para poder realizarse y seguir siendo felices.

Pues desde aquí os habla una que no tiene suerte, porque simplemente me gustan los cambios, no voy a negar que algún habito tengo. Pero todos los días intento que algo diferente cambie mi vida, me reinvento cada vez que lo necesito, y me desprendo de todo aquello que me hace tener suerte, porque quiero ser desafortunada, quiero que mi fortuna sea no tener y si ser.

Me gustan los cambios y no esa sensación que me acompaña día a día de que nada cambia, de que todo sigue igual cuando el tiempo de espera se agota, y solo nos queda algo que hacer ¡CAMBIAR¡.

domingo, 10 de abril de 2011

Las palabras II.


Cuantas veces nos hemos tenido que comer nuestras palabras, cuantas veces hemos hablado antes de tiempo, cuantas veces hemos dicho cosas de las que nos hemos arrepentido, cuantas veces no hemos encontrado las palabras justas para el consuelo de alguien, o las necesarias para frenar el propósito indeseable de otros muchos, supongo que infinidad, pero cuantas otras hemos pronunciado palabras que se envolvían con amor, otras que alababan, y otras muchas que alegraban el corazón. El lenguaje nos ayuda y en otras muchas nos limita.
La historia del lenguaje no está muy clara y como surgieron las palabras, se piensa que los sonidos fueron evolucionando a lo que hoy conocemos como palabras, las cuales no en todos los sitios significan lo mismo, cada una tiene su procedencia de ahí la etimología, muy interesante para conocer su evolución y significado a lo largo de la historia.
Pero lo que aquí me ocupa es contaros como las palabras a veces se dicen sin significado, son pura repetición, sin ningún sentimiento o interés. Las pronunciamos como forma convencional de comportarnos socialmente o simplemente porque es lo que esperan que digamos, lo que denominamos políticamente correcto, vamos basura que deberíamos tirar, para airear lo más recóndito de nuestra mente, para dar cabida a algo nuevo, palabras que den sentido a nuestros pensamientos, que puedan expresar sin herir, palabras que gritemos condenando todos esos actos que hieren un mundo agónico.
En mi entrada anterior hablaba del silencio pero tan importante es callar como saber hablar. Según pasa el tiempo soy más consciente que no siempre se puede poner palabras a todo, y que tampoco es necesario. Pero si es necesario decir, denunciar una realidad que teñida u ocultada nos daña y nos hace borregos en manos de unos tiranos.
Muchos malentendidos (me refiero a personas que no nos importan o son insustanciales en nuestra vida), opiniones contrarias, incluso falsos rumores, tienen que tener por contestación el silencio, entrar a convencer al otro de su equivocación es alimentar situaciones absurdas, donde cada uno se posiciona y no se apea de su razón, por lo tanto tiempo perdido y situación más embrollada. Otra cosa puede ser esas reuniones de amigos, o esas conversaciones bis a bis, donde intercambiamos opiniones, aprendizajes, dudas, experiencias y un sinfín de cosas donde las palabras nos ayudan y estimulan. Aunque no compartamos el punto de vista, dando nuestro enfoque y opinión, las palabras brotarían del respeto, sin gritos o insultos (aunque a veces que a gusto te quedas cuando los dices, nos tomaremos esta satisfacción en ocasiones, sin abusar).
En muchas ocasiones observo que cuanto más quieres a una persona peores palabras usas, lo cual no comparto, menos entiendo y hasta me enfada, a veces escuchas a madres gritar o insultar a sus hijos y luego el primer cenutrio con el que se cruzan que le hace alguna barrabasada, van y se callan, me toca las narices.
Intentemos pensar antes de hablar, intentemos elegir bien las palabras con las que vayamos a decir algo, intentemos usar las mejores palabras para nuestros seres queridos, intentemos entender lo que escuchamos, reflexionemos antes de emitir juicios de valor u opiniones. Aprendamos el lenguaje no verbal, porque nos da mas información como se dice que lo que se dice.
En definitiva usemos ese rico vocabulario de palabras que igual que pueden ser dardos que hieren, pueden ser música para nuestra alma, bálsamo para las heridas y reconfortarnos en momentos de tristeza , estimular esa risa que se contagia y sobre todo acercarnos más a las personas que nos importan.

jueves, 7 de abril de 2011

La voluntad.

Muchas veces comenzamos aventuras que no sabemos a donde nos llevan, pero en esta ocasión el puerto de mi aventura bloguera ha sido conocer a gente que me dan algo de ellos mismos aunque no les conozca fisicamente, nos conectamos virtualmente, y si algo caracteriza a muchos es su voluntad de que algo cambie, cada cual a su manera, de su forma, pero todas te aportan algo que te ayuda a crecer. Gracias a todos por ese trozito que me dais aportando algo diferente en esto que llamamos vida.
Este cuento se lo dedico a Hawai, porque a su lado he comprendido que aunque la realidad sea desastrosa, aunque los politicos que tenemos unos sinverguenzas, aunque los ciudadanos unos borregos dormidos, el no ceja en su empeño de que despertemos a otra realidad. Para tí que no decaigas en tu empeño que te lo mereces.

LAS RANITAS EN LA CREMA.
Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de crema.
Inmediatamente sintieron que se hundían; era imposible nadar o flotar mucho tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos patalearon en la crema para llegar al borde del recipiente pero era inútil, sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sintieron que cada vez era más difícil salir a la superficie a respirar.

Una de ellas dijo en voz alta:
— "No puedo más. Es imposible salir de aquí, esta materia no es para nadar. Ya que voy a morir, no veo para qué prolongar este dolor. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril."

Y dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.

La otra rana, más persistente o quizás más tozuda, se dijo:
— "¡No hay caso! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo ya que la muerte me llega, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quisiera morir un segundo antes de que llegue mi hora."

Y siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro. ¡Horas y horas!.

Y de pronto... de tanto patalear y agitar, agitar y patalear, la crema, se transformó en manteca.

La rana sorprendida dio un salto y patinando llegó hasta el borde del pote.

Desde allí, sólo le quedaba ir croando alegremente de regreso a casa.

Jorge Bucay
Del libro "Recuentos para Demián"

viernes, 1 de abril de 2011

El silencio.














Decidir sobre que escribir, es un reto cada semana, en mi cabeza se agolpan pensamientos, escojo uno al azar y lo elaboro, reflexionando, meditando, desestructurándolo, y poniéndolo del revés. Muchas otras veces simplemente mando a mi mente callarse y busco el silencio, la sensación de la nada, del vacío, con los ojos cerrados o incluso abiertos, sintiendo el infinito, experimento la levedad, como si no estuviera anclada en la tierra y volara. Lo que me mueve a contarlo es transmitiros lo esencial del silencio, dejar la mente callada, castigada sin emitir ruidos. Necesitamos silencio para hallar lo más profundo de nuestras sensaciones. Para realmente saber que sentimos.Vivimos en una de las sociedades más ruidosas, constantemente estamos bombardeados por palabras.¿Os habéis fijado la tensión que produce un silencio entre dos personas?, alguna lo rompe hablando del tiempo, y no hay mayor complicidad que compartir silencios con alguien que no necesita palabras para trasmitirnos sus emociones, yo creo que en algunas ocasiones, quien más habla es el que más tiene que callar.Comunicarnos es estupendo, intercambiar opiniones, sentimientos, emociones, experiencias, nos enriquece, pero también es necesario callar, cuantas personas hablan como loros, sin sentido ni reflexión, atropelladamente, sin recapacitar o pensar lo que van a decir, como si decir lo que pensamos fuera lo mejor, lo más interesante, todos hemos sufrido a esa persona que no se calla ni debajo del agua, que parlotea incansablemente, casi todos en alguna ocasión hemos hablado sin parar, busquemos el silencio, encontremos ese remanso de paz donde solo escuches tus latidos, y den paso a la serenidad de la espera y el disfrute de ti mismo.