Hoy vivimos en un mundo globalizado, donde todo se sabe y conoce, pero algunos la buscamos y perseguimos con dedicación y la guardamos celosamente, en cambio otros muchos se encargan de airear sus vidas, miserias, alegrías y demás menesteres con una soltura pasmosa sin medir sus consecuencias , otros muchos guardan la suya pero indagan en la de los demás, llamemosles cotillas, en fin todo un elenco en esta función que es la vida. Pero que pasa cuando el que busca en nuestra vida no es el vecino, el amigo o el conocido, cuando el que busca es la empresa pongamos x que quiere saber de nosotros para vender esa información y así hacer negocio, ahí es cuando comienza lo que debería preocuparnos, porque siendo a veces inconscientes o simplemente consentidores , nos invaden sistematicamente, incluso cuando sentados delante de nuestro ordenador pensando que estamos solos, en ese momento están captando información, viendo nuestros mas ocultos secretos y con eso haciendo negocio, suena a paranoia pero es tan real como que tú lo estas leyendo.
Os preguntareis de donde saco esta paja mental, pues el otro día tranquilamente en el sillón de mi intimo hogar vi un documental muy interesante sobre la privacidad en nuestros días y especialmente en la red, hablaban de todo aquello que pasa cuando introducimos en un buscador algo, pues que aparte de darnos miles de entradas de información nosotros a cambio le damos información para venderla a empresas que a su vez nos quieren vender cualquier cosa que necesitemos o creamos necesitar. Todo esto figura en las condiciones generales que aceptamos cuando descargamos su programa.
Os preguntareis de donde saco esta paja mental, pues el otro día tranquilamente en el sillón de mi intimo hogar vi un documental muy interesante sobre la privacidad en nuestros días y especialmente en la red, hablaban de todo aquello que pasa cuando introducimos en un buscador algo, pues que aparte de darnos miles de entradas de información nosotros a cambio le damos información para venderla a empresas que a su vez nos quieren vender cualquier cosa que necesitemos o creamos necesitar. Todo esto figura en las condiciones generales que aceptamos cuando descargamos su programa.
¿ Realmente nos importa estar siendo observados?.
La información es poder, ¿y quién ostenta más poder en esta podrida sociedad que las grandes empresas?. Está claro que somos vigilados. La pesadilla que Orwell imaginó (¿o más bien adivinó) en 1984 se hace más palpable cada día.
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