"Los hombres despiertos no tienen más que un mundo, pero los hombres dormidos tienen cada uno su mundo." Heráclito.
lunes, 14 de febrero de 2011
¿Tendemos a la obsesión?
Últimamente escucho en series, documentales, artículos sobre el síndrome de acumulación compulsiva, que no equivoquemos con el síndrome de Diógenes que es producido por la demencia, la acumulación de basura y falta de higiene. Las personas que padecen este síndrome de acumulación compulsiva pueden parecer “normales” en su vida diaria, sin signos aparentes de que algo ocurra, aunque en ocasiones esta relacionado con otros trastornos obsesivos compulsivos (TOC).Son personas que lo tienen todo acumulado, guardado, ordenado por su criterio, todo lo que ven puede ser objeto de guardar, lo ven con ojos diferentes, todo es susceptible de valer, de usarse ahora o en algún otro momento, acumulan sin medida por miedo a quedarse sin ello o por miedo a no tenerlo cuando lo necesiten, les hace sentirse seguros.
En uno de los casos que vi., la persona llegó a morir sepultada por una torre de periódicos por sufrir una avalancha causada por una trampa que había colocado en su casa para que nadie entrara, se activó en un descuido suyo y el resultado su muerte. Dicho trastorno es relativamente nuevo, se equivocaba con el de Diógenes, pero son diametralmente opuestos, no hay medicación porque sino diría que es invención de la industria farmacéutica, su tratamiento con terapia.
Me pregunto si no vivimos en una era donde los trastornos compulsivos proliferan como setas, donde nuestra salud mental está dañada a niveles que incluso consideramos “normales”, quizás este maremágnum de situaciones, estreses, miedos, temores, incertidumbres, desconfianzas, hagan que seamos compulsivos con situaciones que tendrían que ser corrientes como lavarnos las manos, salir a la calle, ordenar, tirar, y un sinfín más, esto solamente confirma lo que todos intuimos, estamos desequilibrados, unos más otros menos, unos lo reconocen otros lo niegan, pero todos somos algo compulsivos en alguna actividad de nuestra vida.
Ahora bien sin llegar a hablar de la normalidad, palabra que no me gusta, porque ¿quien define normal?, nadie.
Lo que sí diría aquí es que cuando fluctuamos entre los extremos nos alejamos del centro, es decir, del equilibrio, alguien bastante más sabio dijo “la virtud está en el medio”(Buda), pues eso tenemos que tender a equilibrarnos, a armonizarnos, a buscar ese punto donde somos capaces de no obsesionarnos, donde somos capaces de entender que las cosas son cosas, que los apegos llevan al miedo de la perdida, que venimos sin nada y por mucho que queramos nos iremos sin nada, por mucho que busquemos entierros fastuosos, nos vamos sin NADA. Aprendamos a vivir autoanalizándonos, usando esa voz interna que nos dice muchas veces ¡cuidado¡te estas alejando de lo que te hace sentir bien, incluso feliz. Si tu balanza empieza a desequilibrarse, para, piensa, reflexiona, analiza, siente, llora, y vuelve con fuerza para equilibrarla.
FOTO- Autor:Arman Fecha:1961 Museo:Museo Ludwig
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Hola¡¡ estaba por aquí leyendote un ratito y se me ha hecho tarde como me descuide mañana me va a dar un síndrome de acumulación compulsiva.jaja
ResponderEliminarbuen viento y mejor botin
mira, mi padre tenía la manía de guardar tornillos, clavos, arandelas,tuercas,etc,etc, decía que en algun momento se podrían necesitar, la cosa era,que cuando lo necesitaba, seguro era de una medida que no tenía, pobre papá jaja
ResponderEliminaryo en cambio, no guardo nada, considero que si algo esta guardado mucho tiempo, es porque no lo necesito para vivir, y me lo saco de encima
pero claro, tú hablas de gente con un desorden psíquico, y eso debe ser muy triste
Hola que tal, como estás.
ResponderEliminarPues en mi opinión los problemas de salud mental están estrechamente relacionados con la forma de vida, la educación, las costumbres, las relaciones.
Yo he sido bastante obsesivo (hace varios añosya) en algunas cuestiones, como ordenar cosas dejándolas en determinada posición y no en otras porque sino podía ocurrir una fatalidad. Era chico, tenía entre 10 y 15 años más o menos. Pero afortunadamente lo fui superando. Para mi estaba vinculado al miedo y búsqueda de seguridad, esto como consecuencia del ambiente familiar en el que estaba que no era el más favorable.
Creo que vivimos en una sociedad que prácticamente nos avasalla a través de los medios de comunicación de maneras por lo general indirectas, como han de ser por ejemplo los comerciales. Pero hay mucho más. Creo que somos lo que pensamos, y lo que pensamos puede cambiar de acuerdo a lo que consumimos, y aquí entra mucho de lo que llega a través de los medios, programas en general como también noticieros y películas, donde se transmite una visión del mundo y por supuesto valores, los que pueden estar enfrentados a aquellos que pueden guiar a alguien hacia el bienestar. Creo que esto termina debilitando mentalmente no sólo por su contenido sino porque gran parte del día se está expuesto a estos estímulos, además te entregan de alguna manera todo servido y tan rápido que, sumado al ritmo acelerado del día donde debido a las obligaciones y diversas actividades diarias, más que vivir se corre, no queda tiempo para que uno pueda hacer un análisis. Cansado de ir de aquí para allá, cuando dejás las obligaciones no querés pensar, querés distraerte y allí hay otro problema, existen infinidad de distracciones para no hacerlo, sobre todo por la via tecnológica. El stress debilita mental y físicamente. Y así tarde o temprano la enfermedad llega. Es un círculo vicioso, por lo que es difícil salir de allí.
La cuestión de los valores creo es importante también, cuando una sociedad los cambia y privilegia en diversos ámbitos aquellos que refuerzan la idea de que es más importante el tener que el ser, comienza la decadencia y el desarrollo personal que puede llevar a crecer internamente, se estanca. Se empieza a morir por dentro. Allí también comienza la enfermedad.
Las relaciones sociales suelen ser muy importantes para poder conservar la buena salud, pero la calidad de éstas está vinculada a la salud mental, la cual, si se deteriora, afecta también a dichas relaciones. Creo que es otro posible círculo vicioso.
Creo que es un tema bastante amplio y conlleva vastas interrelaciones.
Bueno, perdón por la haberme explayado tanto.
Que tengas una Buena semana, hasta otro momento ¡Saludos!
comparto plenamente la idea de Gabriel es mas incluiria que parte de todo este desorden es inculcado desde muy pequeños , nos acostumbran a coleccionar cromos o jugetes para ir creando en nuestro cerebro esas manias , con las que al final en edad adulta se hacen de modo consumista y asi seguir rodando el circulo entonces ya cuando has rebasado esta etapa entras en la voragine consumista sin haberte enterado siendo ya un esclavo del sistema
ResponderEliminarlo dicho completamente de acuerdo con gabriel
un abrazo amiga
Gracias a todos por vuestro grano de arena, me gusta cuando algo que escribo suscita opiniones.
ResponderEliminarQue cierto es de niños coleccionamos y acumulamos por esa vaga idea de seguridad, pero el problema surge cuando crecemos y no somos capaces de replantearnos lo aprendido y evolucionar.
Gabriel, te puedes extender lo que quieras .
Un fuerte abrazo a todos.
Buscamos la felicidad de forma inmediata y facil,cuanto más simples somos más vulnerables somos ante el mundo. Un saludo.
ResponderEliminarDesconocia ese detalle de los soldados de Roma en ese siglo, curioso
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