"TAL VEZ QUEPA DECIR QUE APRENDEMOS A PENSAR APRENDIENDO A DUDAR, SOMETIENDO A ESCRUTINIO, A DUDA, A CRITICA, EL ACERVO DEL MUNDO."
Cuando te pasas media vida relacionandote con tus semejantes, unas veces por obligación y otras por devoción, las experiencias se van agolpando unas buenas, otras regulares y otras muchas malas, encajar no es fácil, no nos preparan para las habilidades sociales, nos enseñan todo tipo de conocimientos pero el mundo de las emociones somos analfabetos. Si cuando crecemos tenemos la inquietud de mejorar, aprender y sobre todo de evolucionar podemos hacerlo y es mas debemos hacerlo, supone mejorar con nuestro entorno y como personas.
Como todo en la vida supone esfuerzo e interés, es cuestión de ensayo, error.
Porque el titulo de comparaciones, nos pasamos la vida comparando todo y lo peor comparando a las personas y eso no es bueno ni aceptable, todos somos únicos y diferentes, comparar es denigrar al otro , nada es comparable en el mundo de los sentimientos, de las emociones.
Si alguna vez caemos en la trampa, paremos y reflexionemos sobre ello, lo que estamos haciendo no ayuda al otro y menos a nosotros, comparar a las personas las hace sufrir y sobre todo se sienten menospreciadas, no podemos pensar que una persona segura esto le daría igual, porque no es así la seguridad nada tiene que ver con tu seguridad ante el mundo, cuando te comparan la persona que lo hace muestra su capacidad casi nula de habilidades sociales y es un forma encubierta de manipulación, de estrategia para conseguir algo. Por lo tanto intentemos no hacerlo, evitemos comparar a las personas y desde luego procuremos ser ecuánimes con las virtudes y defectos de los que nos rodean, aunque no es fácil ni sencillo, y a veces nos sale esa vena visceral, nos dejamos arrastrar por las palabras llevándonos a herir al otro pudiendo evitarlo. Intentemos hacer este mundo algo mejor.
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