
Estoy sin tecnología, se me ha roto mi ordenador, estas letras las escribo desde un ordenador prestado por unos momentos, he aprovechado para desintoxicarme, como si de una adicción se tratara acabamos siendo esclavos incluso de esta pequeña o gran pantalla que nos abre las puertas a otro matrix, las desisntoxicaciones son buenas hay que probarlas, en naturopatìa se aconseja dos por año como mínimo, descargar tu organismo de toxinas.
No tengo móvil, algo raro en esta sociedad tendrìais que ver las caras de algunos cuando lo digo.
La tecnología en algunas ocasiones me parece practica y cómoda pero teniendo en cuenta que somos una sociedad enferma y nada evolucionada soy consciente que nos hace más esclavos, aunque personalmente es cuestión de saberla usar y tener una mente equilibrada.
Estos días hago cosas que antes me gustaban pero dejé aparcadas para dedicar más tiempo al mundo de la nevegación y he tenido la oportunidad de darme cuenta que ese pequeño cachivache nos hace dependientes.
Mantenerte despegada a cualquier cosa, persona, sentimiento, ilusión, sueño u otra cosa es un acto de valentía, algunos pensareis que tontería, desapego es miedo a comprometerse, a la perdida, ¿estáis seguros de eso?, desapego es disfrutar de lo que te brinda la vida sin miedo a perderlo, esto no significa que no haya que hacer duelo ante la perdida, es simplemente que seamos capaces de soltar, no aferrarnos enfermizamente de manera que el sufrimiento sea una carga que nos doblegue, nos humille y sobre todo nos haga más tristes de lo que por sí puede llegar a ser algunas veces la vida.
Ultimamente observo mucho, más de lo habitual, me empapo de las emociones, acciones y sentimientos de los que me rodean y cada día tengo algo más claro nos falta el gen de madurez, lo hemos ido perdiendo según avanzàbamos en el camino de la tecnología, o por intoxicaciòn se nos ha bloqueado. No se puede vivir en un mundo más estúpido, limitado y absurdo, por supuesto no todos pero si más de lo que me gustaría percibir.
La vida es una sucesión de acontecimientos reales o ilusorios que se van entrelazando y conformando en lo que llamamos recuerdos, que por si mismos no tienen valor pero nosotros los ensalzamos como algo digno de mencionar por que son lo nos van definiendo a lo largo del camino que emprendemos cuando nacemos y finalizamos al morir.
Mantenerte despegada a cualquier cosa, persona, sentimiento, ilusión, sueño u otra cosa es un acto de valentía, algunos pensareis que tontería, desapego es miedo a comprometerse, a la perdida, ¿estáis seguros de eso?, desapego es disfrutar de lo que te brinda la vida sin miedo a perderlo, esto no significa que no haya que hacer duelo ante la perdida, es simplemente que seamos capaces de soltar, no aferrarnos enfermizamente de manera que el sufrimiento sea una carga que nos doblegue, nos humille y sobre todo nos haga más tristes de lo que por sí puede llegar a ser algunas veces la vida.
Ultimamente observo mucho, más de lo habitual, me empapo de las emociones, acciones y sentimientos de los que me rodean y cada día tengo algo más claro nos falta el gen de madurez, lo hemos ido perdiendo según avanzàbamos en el camino de la tecnología, o por intoxicaciòn se nos ha bloqueado. No se puede vivir en un mundo más estúpido, limitado y absurdo, por supuesto no todos pero si más de lo que me gustaría percibir.
La vida es una sucesión de acontecimientos reales o ilusorios que se van entrelazando y conformando en lo que llamamos recuerdos, que por si mismos no tienen valor pero nosotros los ensalzamos como algo digno de mencionar por que son lo nos van definiendo a lo largo del camino que emprendemos cuando nacemos y finalizamos al morir.
Pero igual que los que gobiernan el mundo nos crean un matrix para esclavizarnos nosotros en nuestras limitadas capacidades nos creamos otro matrix para esclavizarnos algo más.
Te propongo un ejercicio, escribe en un papel de lo que estarías dispuesto a prescindir en una columna y en otra lo que te gustaría acarrear en la mochila de la vida, cuando hayas acabado las listas. pero sin trampa, medita seriamente si serías capaz de hacerlo realidad, tu realidad.
Te propongo un ejercicio, escribe en un papel de lo que estarías dispuesto a prescindir en una columna y en otra lo que te gustaría acarrear en la mochila de la vida, cuando hayas acabado las listas. pero sin trampa, medita seriamente si serías capaz de hacerlo realidad, tu realidad.
IMAGEN DE GOOGLE.