lunes, 29 de agosto de 2011

Desintoxicaciòn.



Estoy sin tecnología, se me ha roto mi ordenador, estas letras las escribo desde un ordenador prestado por unos momentos, he aprovechado para desintoxicarme, como si de una adicción se tratara acabamos siendo esclavos incluso de esta pequeña o gran pantalla que nos abre las puertas a otro matrix, las desisntoxicaciones son buenas hay que probarlas, en naturopatìa se aconseja dos por año como mínimo, descargar tu organismo de toxinas.

No tengo móvil, algo raro en esta sociedad tendrìais que ver las caras de algunos cuando lo digo.

La tecnología en algunas ocasiones me parece practica y cómoda pero teniendo en cuenta que somos una sociedad enferma y nada evolucionada soy consciente que nos hace más esclavos, aunque personalmente es cuestión de saberla usar y tener una mente equilibrada.

Estos días hago cosas que antes me gustaban pero dejé aparcadas para dedicar más tiempo al mundo de la nevegación y he tenido la oportunidad de darme cuenta que ese pequeño cachivache nos hace dependientes.
Mantenerte despegada a cualquier cosa, persona, sentimiento, ilusión, sueño u otra cosa es un acto de valentía, algunos pensareis que tontería, desapego es miedo a comprometerse, a la perdida, ¿estáis seguros de eso?, desapego es disfrutar de lo que te brinda la vida sin miedo a perderlo, esto no significa que no haya que hacer duelo ante la perdida, es simplemente que seamos capaces de soltar, no aferrarnos enfermizamente de manera que el sufrimiento sea una carga que nos doblegue, nos humille y sobre todo nos haga más tristes de lo que por sí puede llegar a ser algunas veces la vida.
Ultimamente observo mucho, más de lo habitual, me empapo de las emociones, acciones y sentimientos de los que me rodean y cada día tengo algo más claro nos falta el gen de madurez, lo hemos ido perdiendo según avanzàbamos en el camino de la tecnología, o por intoxicaciòn se nos ha bloqueado. No se puede vivir en un mundo más estúpido, limitado y absurdo, por supuesto no todos pero si más de lo que me gustaría percibir.
La vida es una sucesión de acontecimientos reales o ilusorios que se van entrelazando y conformando en lo que llamamos recuerdos, que por si mismos no tienen valor pero nosotros los ensalzamos como algo digno de mencionar por que son lo nos van definiendo a lo largo del camino que emprendemos cuando nacemos y finalizamos al morir.

Pero igual que los que gobiernan el mundo nos crean un matrix para esclavizarnos nosotros en nuestras limitadas capacidades nos creamos otro matrix para esclavizarnos algo más.
Te propongo un ejercicio, escribe en un papel de lo que estarías dispuesto a prescindir en una columna y en otra lo que te gustaría acarrear en la mochila de la vida, cuando hayas acabado las listas. pero sin trampa, medita seriamente si serías capaz de hacerlo realidad, tu realidad.


IMAGEN DE GOOGLE.





jueves, 11 de agosto de 2011

Aversión.

Pensar en la aversión es pensar inmediatamente en alguien o algo que nos repulsa, nos produce malestar incluso en extremo asco. Somos seres de grandes pulsiones, o conmigo o contra mí, manejar la aversión es uno de los grandes retos en nuestro mapa emocional, cuando llegamos a este punto es como acercarnos a un abismo e intentar seguir sin caernos, porque el paso más difícil es aceptarlo, trabajarlo y sobre todo reconocerlo, negamos tener aversión lo matizamos con adjetivos leves, me molesta, me inquieta, me desagrada, me disgusta, pero reconocer la pasión de la aversión eso son palabras mayores.
Junto con la ofuscación, la avidez si unimos la aversión configuran el trío más dañino y perturbador de la mente, una zona oscura llena de vacío y miedo. Que nos lleva a ser conscientes de sentir aversión, solamente cuando hemos entendido que las emociones nos invaden por oleadas, igual que vienen se van, pero el que se vayan no significa que desaparezcan simplemente se retiran para volver con más fuerza, por eso conocer su mecanismo nos hace entender y poder enmendarlo.
No todo nos puede gustar, no todo nos complace, no todo nos atrae, pero sabiendo medir la intensidad de lo que sentimos hacia ello podemos comprender el porque de la aversión, puede producirnos cólera, odio, rencor a fin de cuentas nos ponzoña la mente y lo peor de todo no nos deja valorar, amar, agradecer lo que si nos gusta, complace y nos gratifica.
La aversión nos daña oponiéndonos a lo que no queremos lo atraemos una y mil veces hasta contaminar nuestros pensamientos de rencor y de negatividad.
Que hacer para evitarla, simplemente entendiendo que siempre va a haber algo que nos produzca rechazo y encontrar los mecanismos desde nuestra posición para manejarlos y asimilarlos. No dejes que lo desagradable perturbe tu mente y dejes de ver todo lo que te produce gran satisfacción o pequeña eso da igual. Alimenta tu alma buscando reductos para canalizar lo molesto, irritante y no te centres en lo nefasto de un mundo lleno no solo de cosas desagradables sino de personas que cuanto más lejos mejor.

jueves, 4 de agosto de 2011

¿Pura demagogia?.



El verano da para mucho, sobre todo para reflexionar, porque de repente todo se para no hay noticias, bueno si del tiempo algo novedoso, en verano hace calor, en invierno frío, un ejemplo de lo tontos que podemos llegar a ser.
Pero retomando el tema reflexión, en un momento climático de asueto, laxitud y relax pienso en una idea que me da vueltas, sinceramente ¿ me importa un carajo lo que pase?.
Vivimos en el momento más demagógico y absurdo que nunca antes se había experimentado, el hombre ha llegado a su máximo nivel de absurdez, tan evolucionado y a la vez tan cruel, tan desarrollado y a la vez tan egoísta, tan dotado y a la vez tan lisiado.
Me apunto a la involución, si evolucionar es llegar a donde estamos, hoy me declaro y manifiesto mi deseo de involucionar, no deseo, ni quiero, ni siento la necesidad de formar parte de un mundo demagógico, donde la verdad se disfraza de justificación, donde el deseo es una constrictor que nos ahoga hasta dejarnos extenuados, donde la ofuscación nos nubla la mente, donde la aversión nos hace ciegos para ver lo que nos conecta pero si sentir lo que nos distancia.
Necesitamos crearnos, necesitamos involucionar para retomar aquello que nos hace humanos, nos hace sentidos y sobre todo solidarios, pero basta de hablar de solidaridad como un asqueroso negocio de ONG, donde creando, viendo o generando necesidades también meto la garra para ganar, crecer y apropiarme. Necesitamos retomar un mundo diferente, donde todos partamos desde el mismo punto, esto no quiere decir iguales, porque no somos iguales, cada uno es diferente, único, particular, genuino y por eso no me gusta la igualdad entendida como algo políticamente correcto, es la alienación del ser, quiero los mismos derechos, los mismos deberes, las mismas oportunidades pero luego cada uno las aprovechará, las desarrollará según su potencial, un mundo donde se premie tu ser no tu tener, un mundo donde sentir no sea denostado,¿ idílico o utópico?, quizás, pero si necesario.
Hablar así también puede parecer demagogia, pero creo que seguir avalando, consintiendo, apoyando, consumiendo a todos los que nos chupan la sangre, a todos los que los beneficios los cuantifican por personas esclavas, humilladas, denostadas, y explotadas creo que nos hacemos cómplices de algo aberrante y sobre todo lo aceptamos concediéndoles la facultad de decidir por nosotros lo que necesitamos. Es cierto que involucionar es hacer concesiones en cosas que ahora nos gustan, nos hacen la vida más fácil, bueno esto es cuestionable, tenemos que dejar de consumir ávidamente, sin mesura, sin consciencia. Quizás los que dicen que el mundo necesita reducir población tienen razón, hay que exterminar una clase, la de los que explotan, lapidan, succionan, contaminan y abusan de los recursos que son de todos, los que no se cuestionan como repercuten sus acciones en un mundo que es de todos.
Ojala mi grito se eleve y lo escuchen todos esos que dormidos caminan por un mundo de anestesiados y puedan despertar y sentir que lo que hacen repercute en los demás que entiendan que cuando tu comienzas una acción sus consecuencias no las sentirás en el momento pero te volverán en algún instante. Es la ocasión de ser despertador del dormido, gritar, elevar nuestro espíritu y así poder enseñar unas nubes llenas de posibles mundos soñados y deseados.