martes, 14 de febrero de 2012

Esposas Mentales.


Un habitante de un pequeño pueblo descubrió un día que sus manos estaban aprisionadas por unas esposas. Cómo llegó a estar esposado es algo que carece de importancia. Tal vez lo esposó un policía, quizás su mujer, tal vez era esa la costumbre en aquella época. Lo importante es que de pronto se dio cuenta de que no podía utilizar libremente sus manos, de que estaba prisionero. Durante algún tiempo forcejeó con las esposas y la cadena que las unía intentando liberarse. Trató de sacar las manos de aquellos aros metálicos, pero todo lo que logró fueron magulladuras y heridas. Vencido y desesperado salió a las calles en busca de alguien que pudiese liberarlo. Aunque la mayoría de los que encontró le dieron consejos y algunos incluso intentaron soltarle las manos, sus esfuerzos sólo generaron mayores heridas, agravando su dolor, su pena y su aflicción. Muy pronto sus muñecas estuvieron tan inflamadas y ensangrentadas que dejó de pedir ayuda, aunque no podía soportar el constante dolor, ni tampoco su esclavitud.Recorrió las calles desesperado hasta que, al pasar frente a la fragua de un herrero, observó cómo éste forjaba a martillazos una barra de hierro al rojo. Se detuvo un momento en la puerta mirando. Tal vez aquel hombre podría... Cuando el herrero terminó el trabajo que estaba haciendo, levantó la vista y viendo sus esposas le dijo: "Ven amigo, yo puedo liberarte". Siguiendo sus instrucciones, el infortunado colocó las manos a ambos lados del yunque, quedando la cadena sobre él. De un solo golpe, la cadena quedó partida. Dos golpes más y las esposas cayeron al suelo. Estaba libre, libre para caminar hacia el sol y el cielo abierto, libre para hacer todas las cosas que quisiera hacer. Podrá parecer extraño que nuestro hombre decidiese permanecer en aquella herrería, junto al carbón y al ruido. Sin embargo, eso es lo que hizo. Se quedó contemplando a su libertador. sintió hacia él una profunda reverencia y en su interior nació un enorme deseo de servir al hombre que lo había liberado tan fácilmente. Pensó que su misión era permanecer allí y trabajar. Así lo hizo, y se convirtió en un simple ayudante.Libre de un tipo de cadenas, adoptó otras más profundas y permanentes: puso esposas a su mente. Sin embargo, había llegado allí buscando la libertad.
IMAGEN Google.
CUENTO Psicología Gestalt

10 comentarios:

  1. Libre para quedarse y aprender a ser un herrero, no un simple ayudante...
    Como ves, no estoy muy de acuerdo con el final del cuento, creo que en ocasiones la teraia gestalt riza el rizo de tal manera que convierte el rizo en liso...jeje
    Un abrazo amiga mía.

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    1. Lo bueno de los cuentos es que cada uno lo interpreta como gusta.
      UN abrazo enorme.

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  2. al igual que Berto opino que cuando eres libre no es para ser un simple ayudante
    el ayudante siempre esta esclavo mientras el maestro enseña hacia donde a de ir el ayudante
    creo que prefiero romper las cadenas para quedarme al lado de personas libres como tu
    un beso enorme

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    1. Todo maestro tiene un ayudante, y este aprende a ser maestro, incluso en ocasiones le supera.
      Pero en este caso el problema no es ser una cosa u otra es la necesidad de tener cadenas para sentirte seguro,porque los apegos nos llevan a la sumisión, o por lo menos así lo interpreto yo.
      Ultimamente pienso mucho en la libertad y en que supone, y cada día entiendo mejor que la libertad no se puede definir porque es un concepto que está vinculado a nuestras creencias, pensamientos, necesidades, por lo tanto cada cual puede sentirse libre y el otro pensar que es esclavo, en fin un proceso complejo.
      Yo todavía estoy intentando ser más libre porque la libertad total la tienes cuanda comprendes la esencia de la vida, la eternidad, la conectividad con un todo, y para eso me queda algo de camino.
      Un besazo muy enorme para tí.

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  3. que cuento tan profunda, que cruda realidad. A veces uno al intentar avanzar se amarra. Quizas sea una etapa para poder seguir caminando.
    besos este cuénto me ha encantado.

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    1. Me alegra hoy que te haya encantado, en momentos concretos aferrarte es la diferencia entre sobrevivir o no, pero para seguir avanzando hay que soltarse y continuar.
      Besos.

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  4. Hola, Autoconocimiento

    Desde la libertad podemos elegir cómo vivir y el camino que queremos que nos lleve a aprender. Da igual si somos los aprendices del herrero, queremos continuar con las esposas puestas, etc. A lo mejor nuestro camino es experimentar la falta de libertad y las trabas que hay en la vida.

    Besotes.

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    1. El karma, no es eso, el ir perfeccionandonos hasta conseguir el nirvana, la iluminación.
      Comparto bastante tu punto de vista, y creo que cada momento nos enseña, el problema es cuando no somos conscientes de ese aprendizaje, entramos en un samsara muy peligroso.
      Besotes.

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  5. Cadenas, vínculos, lazos... la palabra apego tiene una connotación enfermiza desde un punto de vista pero también es usada en términos saludables.
    Un bebé precisa de los cuidados maternales y paternales. En el vientre de la madre un cordón umbilical le nutre de vida, imprescindible para su dearrollo y crecimiento. Al nacer, se corta físicamente ese cordón, pero mental y emocionalmente necesita del contacto que le haga sentirse seguro, querido, protegido, cuidado...
    Hay un cordón umbilical situado en los niveles de conciencia que nos mantiene unid@s a nuestra esencia común.

    Llamarlo cadena, vínculo, lazo, apego, cordón... es tan sólo darle un nombre y un significado a algo. El nombre es lo de menos, lo importante es el referente al que alude y las consecuencias que de ello se derivan.
    En mi opinión, en cada etapa de nuestro desarrollo son importantes los vínculos y los entenderemos de acuerdo con nuestra capacidad de discernimiento. Por eso este cuento nos enseña a cada un@ algo distinto.

    A lo largo de la historia, muchas teorías sobre qué es educar y cómo debe llevarse a cabo esta tarea nos sitúan en muchos vértices de perspectiva. Uno de ellos habla de "enseñar todo a tod@s" con el nivel de profundidad que cada etapa de desarrollo es capaz de comprender. También hay otras que sugieren que cada edad es funcionalmente distinta y por tanto el mundo adulto vive en otras dimensiones muy distintas al mundo infantil, al que hay que respetar profundamente y del que hay que aprender inmensamente. Tod@s somos maestr@s y aprendices. Cada dimensión es importante porque nos permite desarrollar nuestras potencialidades y en las que nos imprescindibles cierto tipo de "cadenas" para sentirnos "segur@s" y protegid@s de los peligros.
    Hay un vínculo que es inherente y, por imprescindible, debiera ser permamente a lo largo de nuestro desarrollo. El lazo de la conciencia y es el primero que el adiestramiento trata de cortar y por eso el resto de "arneses" degeneran y se convierten en condenas.

    Un gran artículo para reflexionar, amiga Autoconocimiento. Ideal para revisar y reforzar nuestras cadenas saludables y cortar los nudos gordianos que nos mantienen atrapad@s en la gran mentira.

    Besabrazos en lazos de conciencia

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    1. Preciosa reflexión, a veces las palabras nos limitan y no alcanzan la esencia. Apego, cadena, lazos, cordon, todo cumple una función, pero lo importante es saber avanzar y que no se conviertan en grilletes que nos atan y limitan.
      Besoabrazos llenos de amor.

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