Érase una vez un hombre sumamente estúpido -un loco o quizás un sabio- que, cuando se levantaba por las mañanas, tardaba tanto tiempo en encontrar su ropa que por las noches casi no se atrevía a acostarse, sólo de pensar en lo que le aguardaba cuando despertara.
Una noche tomó papel y lápiz y, a medida que se desnudaba, iba anotando el nombre de cada prenda y el lugar exacto en que la dejaba.
A la mañana siguiente sacó el papel y leyó: "calzoncillos..." y allí estaban. Se los puso. "Camisa..." allí estaba. Se la puso también. "Sombrero..." allí estaba. Y se lo encasquetó en la cabeza.
Estaba verdaderamente encantado... hasta que le asaltó un horrible pensamiento:
-¿Y yo...? ¿Dónde estoy yo?. Había olvidado anotarlo. De modo que se puso a buscar y a buscar.... pero en vano. No pudo encontrarse a sí mismo.
EXTRAIDO DE PERSONARTE. IMG.GOOGLE.
yo la ropa no la pierdo por que la dejo toda junta pero la cabeza si que mas de una vez la pierdo por que ultimamente aun que no lo creas tengo tantas cosas en ella que no se donde estoy
ResponderEliminarson tantas cosas de la vida la familia y los hechos que incluso centrarme en una sola me es imposible , si encima le añades el trabajo y las cosas que cada dia van peor , el dinero que no llega y encima los sucesos fuera de nuestra mano ya esque no solo la cabeza si no yo entero
me a gustado el cuento un besazo AC
te voy a dejar mi direccion de correo por si volviese a pasar lo mismo y quisieran cortarnos la comunicacion aun que ya sabes donde me puedes encontrar
hawai052@gmail.com
Pues lo que yo creo es que este hombre pensaba demasiado je.
ResponderEliminarSaludos.
Hawai a veces nos dejamos arrastrar por los acontecimientos y un día nos damos cuenta que no estamos que nos hemos perdido.
ResponderEliminarYa te mandaré un correo y así tienes la mía.
Un besazo.
Berto, tambíen puede ser que sea un maniatico del orden y tenga que dejarlo todo organizado, lo que pasa que se olvidó lo más importante el mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Recuerdo incluso lo que no quiero. Olvidar no puedo lo que quiero.
ResponderEliminarQue no hay, para olvidar amor, remedio
como otro nuevo amor, o tierra en medio.
mal de amores y el señor del cuento
un abrazo
vaya, el capitán poeta, saludos.
ResponderEliminarMe ha encantado como empieza, aunando sabiduría, locura y estupidez, Sal, ajo y aceite en el mortero de la vida y el mazo de majar.
Espero que no se te corte.
B^s
Navegante muy bonita el poema, no se yo si la tierra en medio ayuda al olvido, los recuerdos van donde tú vas, es más cuestion de trabajo y disposición mental.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues Jinquer no sabría yo que decirte, las veces que lo he intentado me ha salido bien, pero ya sabes, lo imprevisible de la cocina.
ResponderEliminarUn besote.
HOLA AMIGO!! MUY INTERESANTE TU BLOG...CON GUSTO TE SIGO..ESTA ENTRADA ME RECUERDA A MI ESPOSO..jajaja..SIEMPRE ME ESTA PREGUNTANDO EN DONDE DEJO LA ROPA...
ResponderEliminarDE VERDAD INCREIBLE!! A VECES NOS ENCONTRAMOS CON PERSONAS QUE NO SABEN NI EN DONDE ESTAN PARADOS...POR ESO HAY QUE SACAR TIEMPO PARA ESTUDIARNOS A NOSOTROS MISMOS...SABER EN DONDE ESTAMOS Y HACIA DONDE QUEREMOS DIRIJIRNOS..ME HAZ PUESTO A PENSAR...GRACIAS..MUCHAS BENDICIONES!!
Gracias Jackie, pensar eso que tanto olvidamos y necesitamos. Aunque a veces es necesario la nada, el vacio para encontrar la serenidad.
ResponderEliminarUn abrazo.