¿Qué haríamos con la vida, si supiéramos que dura un segundo?.

Cada uno de nosotros, cada persona que habita el planeta, es un universo en expansión, cada uno sin excepción están en una línea evolutiva que se desarrolla por separado e imparable hacia otro punto, todos coexistimos en el mismo plano físico pero en realidades diferentes. Muchas veces, bastantes diría yo, me pregunto¿ por qué de un mismo hecho sacamos diferentes conclusiones?, incluso iría más allá, ¿por qué entendemos diferentes cosas?, una respuesta sería la escucha selectiva, eso que hacemos cuando interactuamos en una conversación o escuchamos una historia pero luego llegamos a diferentes conclusiones es porque procesamos diferente información, usamos como si de un ordenador se tratara los programas que tenemos, analizamos los datos partiendo de lo ya estructurado, conocido o aprendido y ¡sorpresa¡, mismo hecho diferentes interpretaciones.

Se dice que la gente aprende de la experiencia, esto por lo general es cierto. La experiencia es el mejor y autentico maestro. Cuando somos capaces de extraer todo lo necesario del acontecimiento, analizarlo, criticarlo y valorarlo para usarlo en futuros momentos. Pero cuando un individuo repite una y otra vez un comportamiento autodestructivo se denomina neurosis. Cuando negamos sistemáticamente un problema, no desaparece, al contrario lo interiorizamos haciéndolo más profundo y arraigado. La limitación de nuestro ser es lo que nos hace tristes, enojados y genera nuestro miedo.

Los sentimientos surgen directamente de las experiencias actuales, sin embargo se hallan condicionados por el pasado. La neurosis es una cubierta protectora que no se disuelve sola, es preciso salir como un polluelo de su cascarón.

La sabiduría es entender la vida como un viaje cuyo sentido está en el trayecto mismo y no en la llegada. Una persona sabia es como la Esfinge, porque ha conciliado en sí misma las fuerzas opuestas de la naturaleza humana , el cuerpo animal y la mente de un dios.

Como definiríamos bueno y malo, personalmente creo que son conceptos relativos y subjetivos, cada uno vemos lo que queremos o lo que estamos condicionados para ver, proyectamos esa imagen holográfica que nos refleja el mundo que pensamos, que imaginamos lleno de miedos, muchos miedos, apegos , llenos de apegos a las emociones a las cosas materiales, necesitamos seguridad porque eso nos han vendido, seguridad en el hogar, seguros de vida, pensiones, salud, mucha seguridad y al final durmiendo en el cielo raso porque un terremoto se lleva nuestro hogar, un cáncer no lo vencemos por mucho Houston, sin pensiones por mucho que coticemos, al final solo la muerte, pero hasta que llegamos allí hemos dejado por el camino tantas bellas cosas que nos hemos encontrado gratis, una puesta de sol, la lluvia mojando mi rostro, el viento empujando mis pasos, el sol iluminando mis paseos, la luna bañando mi ventana, el beso de mi amor, el abrazo de mi hijo, las conversaciones con los que nos agradan, esto es la seguridad que tenemos que buscar, y para esto no hay seguro que se pueda comprar, solamente elevar nuestra consciencia, entender la esencia de la fragilidad de la vida y su fugacidad. Una vida es como un segundo en el reloj del universo.

Ya sé, estáis pensando ¡QUE BONITO¡, pero y las facturas, la hipoteca, la gasolina, el dinero, como cantaba Minnelli,” El dinero hace el mundo girar
El tintineo, el sonido del tintineo... dinero dinero dinero dinero ,dinero dinero dinero dinero ... sólo tú puedes cambiar la música que quieras escuchar mientras haces este viaje que se llama vida.

( En esta entrada por desgracia no están incluidas todas las personas del planeta, ya que muchas por vivir en países tiranizados, oprimidos y sometidos- explotados no tienen derecho ni tan siquiera a soñar con una música, por todos ellos elevo mi música para que ellos algún día también puedan elegir que sintonía quieren escuchar).