Un escenario.

La realidad que todos compartimos, soñando o despiertos, es un gran escenario donde cada uno representamos un papel, cada uno que elija el que le guste, pero lo que aquí me trae es entender el argumento. Vemos gente sufriendo, pasan hambre, miserias, perseguidos y sometidos, silenciados, llorando de impotencia, siendo bombardeados, humillados, son los daños colaterales de un mundo globalizado, son los que sobran de un escenario que lo único que cuenta es la figura del amo o amos que manejan el cotarro, como si en lugar de personas fuéramos marionetas dirigidas. Me pregunto yo, ¿Nos gusta ser dirigidos, manipulados?, realmente nos importa algo el resto del mundo, o solo vernos el ombligo del nuestro, pensamos que si cerramos los ojos, los oídos todo desaparecerá, que es un mal sueño sin trascendencia, ocurre tan lejos, a fin de cuentas se lo han buscado, países de ignorantes, gentes fanáticas, es que son..., pues atentos a eso de: cuando a tu vecino veas las barbas cortar pon las tuyas a remojar. Creemos de verdad que estamos a salvo de lo que ocurre en otros países, creemos que podemos evitar acontecimientos parecidos, bueno como no tenemos petróleo u otras materias primas,¿ pero creéis que es por eso?, es verdad que a río revuelto ganancia de pescadores, pero no os engañéis hay algo que va más allá de lo meramente económico, algo ocurre en el silencio sistemático de nuestros gobiernos, al amparo de organismos que se hacen llamar de paz, y lo que más desazón me produce es el silencio de los que estamos abajo en la cadena alimentaria, los que vamos a ser devorados por el pez grande, creemos que si cerramos los ojos cuando los abramos nuevamente todo habrá desaparecido, habrá sido un mal sueño.

Supongo que desarrollar la empatía es complicado cuando el vecino no nos gusta, cuando el compañero de trabajo es un zángano, cuando el que pasea por la calle es un cantamañanas mal educado y guarro, ser empático con todos los que tienen ideas políticas o religiosas diferentes a nosotros es una tarea dificultosa, ser empático con los que se aprovechan de un sistema de recursos injustamente repartido, pero habéis pensado que todos estamos en el mismo nivel, que todos estamos en el mismo punto, yo soy la primera que me cuesta entender porque tengo que moverme para salvar a tanto cenutrio futbolero, o maruja amante de lo rosa, (intentando no ofender). Aunque sea por puro egoísmo, no veis que los que mueven ficha son los que quieren manejar el cotarro haciéndonos creer que nos salvan, que nos ponen seguros. Creo que vivimos el momento histórico donde más alienados, dormidos, estúpidos nos encontramos teniendo acceso a la información, que más supuestamente se accede al conocimiento, han conseguido lo que querían, nos llevan al corral y luego el golpe de gracia. No veis que seguir alimentando su sistema es meternos más al fondo del hoyo.

Los acontecimientos que nos sacuden a fecha de hoy, se pueden explicar de muchas maneras, argumentos políticos, religiosos, idealistas. Pero porque nos hace tomar la iniciativa para estar dando siempre vueltas concéntricas a lo mismo, unos critican, otros contra critican, unos protestan otros contraprotesta y mientras los ciudadanos nos mantenemos con la boca abierta escuchando sandeces porque no nos equivoquemos todos están en la misma fiesta lo que pasa es que ellos sí saben representar su papel a las mil maravillas, entonces que es lo que produce una detonación, la chispa que hace que una masa se levante, se eche a las calles enfadada y crispada, la necesidad, el hambre, la falta de recursos, las injusticias que siempre las ha habido, sé que ha sido estudiado y tiene respuesta, si algo conoces la naturaleza humana, la tuya propia, sabes cual es la respuesta, pero el problema es cuando detrás hay un grupo que orquesta todo esto, sus intereses no son los que nos van a ayudar a salir del pozo, por ejemplo yo me revelo y me matan, pero para que otro perro con diferente collar suba al poder y deje en manos de los avariciosos el manejo de un país , cuantas personas movidas por un ideal han muerto, y las cosas luego han seguido igual o parecido, sí, se que algunos países hemos mejorado, tenemos mucha tecnología, vivimos con muchos derechos y pocas obligaciones, pero tenemos tal cantidad de prohibiciones, que conste que para convivir hacen falta las normas, pero nos las meten dobladas y lo más triste es que nadie se para a reflexionar el porqué ¿ a sí? por nuestro bien, por el del país , por el de Europa y extensible al mundo, que tonta se me olvidaba.

La esencia del drama es que las personas creemos, no todas por suerte, que se necesitan falsos líderes, cuando cada uno en esencia somos un líder, el de nosotros mismos, somos capaces de ser íntegros, completos, sin apegos somos capaces de todo, no necesitamos que nos digan que es lo bueno o lo malo siempre desde el lado ético, no moral, que es cuestionable y discutible. Estamos emponzoñados por años y años de mezquindades, abusos, luchas y deseos de ser lo que no somos, guiados por gentuza que sí sabía lo que quería.

Hay que luchar, buscar salida pero para cambiar un orden que solo va a esclavizarnos más, a someternos y explotarnos. No queramos romper una tendencia siendo igual que la anterior.

Expresar lo que me bulle en mí cabeza no es fácil y menos en un espacio limitado, pero si empezamos a practicar algo que no es descabellado pero si complejo. Evolucionar como personas, sin avaricia, sin miedo, sin rencor, rompiendo límites, mejoramos individualmente y creamos un mundo sin falsos lideres, sin ídolos de aire o mentirosos gurús, donde cada unos sea responsable de sí mismo, comparta con el resto lo que sabe o hace, donde creemos una red de autoabastecimiento, donde las posesiones materiales no sean nuestra prioridad, donde envidiar al vecino porque tiene mejores cosas no nos martirice, no seamos mezquinos criticando, donde los conocimientos se compartan sin fines lucrativos, donde cultivar la tierra , pescar y demás sea para alimentarnos no como adictos compulsivos sino para cubrir una necesidad básica, donde tener un techo no se convierta en una pesada carga y un símbolo de opulencia, donde el dinero no sea el motor de nuestros deseos. Donde seamos capaces de pensar y crecer espiritualmente, no seamos manejados y amenazados por las religiones.

¿Utopías? no, simplemente un deseo de conservar un mundo que estamos destruyendo, el deseo de convivir con personas sin miedo ni avaricia.

¿Imposible? no sé eso depende de cada uno de nosotros.

Si depositamos toda la confianza en los que nos gobiernan, nos roban, y nos mienten. Donde dejamos la confianza en nosotros, ¿Por qué tenemos que otorgar a otros la capacidad de saber lo que necesitamos?

Si seguimos con la idea de que esto es una obra de teatro, quizás estemos en la catástasis. Que seamos capaces de ver lo que se oculta detrás de los papeles que nos damos a nosotros mismos en la vida corriente.

Cuanto más comprendes que es la libertad, menos libertad posees.

Aprovechando que estamos en primavera voy a terminar con un fragmento que leí sobre el estornudo que me encantó:-” Me gusta estornudar. Liberar el polvo acumulado en mi interior entre las telarañas de sitios profundos y olvidados. Airear lo recóndito. Las cosas interiores camufladas de negrura que solo brotan a la superficie cuando las pone en movimiento y danza singular la música del estornudo”.