jueves, 16 de junio de 2011

EL LORO QUE PIDE LIBERTAD.


Ésta es la historia de un loro muy contradictorio. Desde hacía un buen número de años vivía enjaulado, y su propietario era un anciano al que el animal hacía compañía. Cierto día, el anciano invitó a un amigo a su casa a deleitar un sabroso té de Cachemira.

Los dos hombres pasaron al salón donde, cerca de la ventana y en su jaula, estaba el loro. Se encontraban los dos hombres tomando el té, cuando el loro comenzó a gritar insistente y vehementemente:

--¡Libertad, libertad, libertad!

No cesaba de pedir libertad. Durante todo el tiempo en que estuvo el invitado en la casa, el animal no dejó de reclamar libertad. Hasta tal punto era desgarradora su solicitud, que el invitado se sintió muy apenado y ni siquiera pudo terminar de saborear su taza. Estaba saliendo por la puerta y el loro seguía gritando: “!Libertad, libertad!”.

Pasaron dos días. El invitado no podía dejar de pensar con compasión en el loro. Tanto le atribulaba el estado del animalito que decidió que era necesario ponerlo en libertad. Tramó un plan. Sabía cuándo dejaba el anciano su casa para ir a efectuar la compra. Iba a aprovechar esa ausencia y a liberar al pobre loro. Un día después, el invitado se apostó cerca de la casa del anciano y, en cuanto lo vio salir, corrió hacia su casa, abrió la puerta con una ganzúa y entró en el salón, donde el loro continuaba gritando: “!Libertad, libertad!” Al invitado se le partía el corazón.

¿Quién no hubiera sentido piedad por el animalito? Presto, se acercó a la jaula y abrió la puertecilla de la misma. Entonces el loro, aterrado, se lanzó al lado opuesto de la jaula y se aferró con su pico y uñas a los barrotes de la jaula, negándose a abandonarla. El loro seguía gritando: “!Libertad, libertad!”

CUENTOS CLASICOS INDIA.-R.CALLE.-IMAG. GOOGLE.

8 comentarios:

  1. yo también soy como el loro, debe ser un querer solo cuando no se puede, y mientras no se puede, cuando se puede, hay pánico.
    Cambiar es inevitable.
    Abrepuertas.......!!


    b7s

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  2. La mayoría de veces las puertas nos las cerramos nosotros y no queremos encontrar la llave, nos ayuda para tener una justificación.
    Besitos Jinquer.

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  3. bellisimas y reflexivas letras nos regalas, esta asturiana amiga y admiradora te da infinitas gracias por hacernos participes de ellas y te manda un besin muy muy grande.

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  4. Gracias Ozna-Ozna me agrada mucho que te gusten y disfrutes leyendolas.
    Un besín muy grande para tí.

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  5. Muy interesante historia y pobre loro... y es que suele haber distancia entre lo que se anhela con vehemencia y la preparación que uno puede llegar a tener para asimilarlo cuando lo obtiene de manera repentina. Las conquistas llevan un proceso... Buen finde, un abrazo.

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  6. Gracias Gabriel,verbalizar es más fácil que actuar.
    Buena semana y un abrazo para tí.

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  7. en el fondo, y sin temor a equivocarme, somos iguales al loro del cuento
    buen domingo

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  8. Que alegría leerte,Betty, bueno si nos entrenaramos para saltar a lo mejor podríamos hacerlo sin temor. A lo mejor es mas constumbre-educación que nuestro instinto.
    Besos.

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